Lo recomendable para el aseo de los genitales, tanto femeninos como masculinos, es básicamente agua y jabón (neutro), o jabones especiales para la región genital, para mantener la acidez de la piel y la multiplicación normal de las bacterias que cubren a diario estas zonas de las infecciones.
El uso de otros elementos para la higiene genital debe ser observado o considerado por el especialista correspondiente, en vista de que algunas de estas sustancias pueden causar más complicaciones que mejorías.
Una de esas dificultades puede ser causada por el uso de talco en los genitales. Esta sustancia, luego de años de estudios, se ha tenido que modificar porque en sus orígenes contenía bases ligadas al asbesto, un elemento conocido que produce cáncer.
Su función a nivel genital no está muy definida, algunos lo usan para disipar olores fuertes que si llegan a ser molestos deben ser investigados porque pueden ser consecuencia de una infección.
Algunas personas lo usan para mantener las áreas genital e inguinal refrescadas y secas, pero la presencia de esta sustancia puede llegar a unirse con el sudor o la humedad que se genera de manera normal en esas zonas y formar un tipo de pasta que puede retener más y por más tiempo la humedad, y entonces contribuye a la multiplicación anormal de bacterias y hongos.
Un aspecto importante relacionado con el uso del talco en los genitales es la asociación en la mujer con el cáncer de ovario.
Según la Sociedad Americana de Cáncer, muchos estudios se han realizado en este sentido para aclarar si esa relación existe. La respuesta no ha sido muy contundente pero sí hay datos importantes, porque se ha demostrado que las mujeres que acostumbran a usar talco en los genitales tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de ovario en un 33% según algunos estudios, aunque esta cifra varía.
Si se resiste a dejar de usar talco en sus genitales, o cerca de ellos, asegúrese de que no sea el polvo común o el que esté hecho a base de Tricilato de Magnesio, los cuales contienen asbesto.
Consejos para la higiene femenina:
- Los genitales externos deben lavarse solo con agua y jabón neutro o de un grado de acidez (pH Ácido).
- Los genitales externos deben asearse en cada deposición.
- El agua debe correr sobre los genitales externos en abundancia.
- En la vagina, que es la cavidad interna, nunca debe utilizarse agua, jabón, duchas vaginales o ningún otro tipo de producto, ni tampoco lavados con los dedos.
- La dirección de la limpieza o el secado después de defecar u orinar, debe ser de adelante hacia atrás, es decir en dirección de la vagina hacia el ano, esto para no traer bacterias hacia los genitales externos.
- Luego del baño la zona genital debe quedar bien seca, especialmente el área inguinal y los pliegues glúteos, para reducir la proliferación de hongos por humedad.
Consejos para la higiene masculina:
- Los hombres no están tan pendientes de la higiene de los genitales como lo están las mujeres, pero es de suma importancia conocer la manera correcta de higienizar esta zona para evitar problemas infecciosos a repetición tanto de él como de su pareja.
- Los no circuncidados, es decir los que aun tienen el prepucio cubriendo el cuerpo y la cabeza del pene, deben echar hacia atrás el prepucio y lavar bien con agua abundante y jabón esa parte del glande porque es aquí donde más se depositan bacterias y hongos.
- Igual de importante es lavar el resto del cuerpo del pene y los testículos con agua y jabón.
- Luego del baño los genitales masculinos deben quedar bien secos, por eso se recomienda el uso de una toalla exclusiva para esa región, así se disminuye la posibilidad de proliferación de bacterias y sobre todo los hongos.
No parece estar relacionado el uso de talco a otro tipo de cáncer. En los últimos 20 años se ha tratado de eliminar y prevenir el uso de asbestos en su elaboración.
No obstante, la seguridad de estos nuevos productos requerirá estudios de seguimiento en mujeres que los hayan usado durante muchos años.
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