¿Qué es la Hiperplasia Prostática Benigna?

La Hiperplasia Prostática Benigna está considerada como el tumor benigno más frecuente en varones, que ocasiona un agrandamiento progresivo de la próstata.

Ha recibido diferentes tipos de denominaciones entre las que podemos encontrar adenoma de próstata; hipertrofia prostática; hiperplasia prostática; las diferentes sociedades urológicas mundiales han avalado el término hiperplasia por considerarlo el más completo.

Aunque el término “benigna” (células no cancerosas), acompañe esta definición, no significa que el tumor sea inofensivo, dada la variedad de síntomas que se manifiestan a partir de dicha condición.

¿A qué edad aparece?

Aparece después de los cuarenta años, sin embargo, en muchas investigaciones se han reportado casos en edades menores. Esta situación nos alerta a mantener una vigilancia de la enfermedad en forma temprana.

Aunque no existe una relación directa de la HPB con el cáncer de próstata, debe manejarse a tiempo, debido a que el aumento de la próstata podría generar cambios celulares significativos.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la HPB, se comportan de forma diferente en cada individuo, en general aparecen de manera progresiva.

Estas manifestaciones son las que precisamente llevan al hombre a buscar ayuda profesional, ya que en muchas ocasiones interfieren en su actividades cotidianas, laboral y familiar.

Los síntomas incluyen:

  • Dificultad para comenzar a orinar.
  • Disminución de la fuerza y calibre del chorro.
  • Goteo al terminar de orinar.
  • Hacer fuerza al orinar.
  • Urgencia urinaria durante el día y la noche.
  • Sensación de no haber vaciado la vejiga por completo.
  • Levantarse a orinar dos o más veces por las noches, dolor al orinar, presencia de sangre en la orina y retención de orina.
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¿Qué complicaciones puede traer si no se trata?

La principal consecuencia es la obstrucción de la orina, seguido de las infecciones urinarias frecuentes, cálculos urinarios, presencia de sangre en la orina, e insuficiencia renal.

¿Se cura?

. El tratamiento de la hiperplasia prostática benigna debe ir orientado a recuperar la función prostática y disminuir los síntomas. Incluimos cambios de estilo de vida, dieta adecuada y el abandono de hábitos perjudiciales como el tabaco, las drogas y alcohol.

Actualmente se disponen de dos líneas generales de tratamientos medicamentosos que abarcan:

  • Medicamentos que relajan los músculos de la próstata y favorecen un flujo urinario adecuado, mejoran la actividad de la glándula y ayudan al desempeño sexual, con el agravante que afectan, en mayor o menor proporción, la presión arterial.
  • Medicamentos que reducen el tamaño de la próstata para mejorar el flujo urinario. En algunos pacientes que utilizan esta terapia se puede presentar disminución en la calidad de la erección o en la eyaculación. Son empleados principalmente en los casos más graves.[/box]

El manejo quirúrgico queda a consideración de los criterios particulares del médico tratante y deberán utilizarse siempre que hayan sido agotados los demás recursos.

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