Existen mujeres que nunca han sufrido dolor o molestia antes, durante, o luego de su menstruación; pero existe un grupo numeroso (75%-80%) que pueden padecer el llamado Síndrome PreMenstrual (SPM), donde aparecen algunos síntomas, como por ejemplo:
- Síntomas físicos: Dolor de cabeza, dolor pélvico, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea, calambres.
- Síntomas emocionales: Depresión, irritabilidad, confusión, cambios de humor repentino.
La aparición de al menos uno de estos síntomas, de manera aislada y acentuada, nos da el diagnóstico de Síndrome PreMenstrual; pero cuando la mujer presenta cinco o más síntomas de éstos, y de manera acentuada en sus menstruaciones, se trata de un trastorno disfórico premenstrual. Éste sólo afecta a un 10% de mujeres en edad reproductiva.
En muchas ocasiones, su diagnóstico no se realiza de manera específica, porque cuando la paciente presenta dolor y es llevada a un centro de salud, se le aplica un medicamento y puede que su dolor ceda, lo que ocasiona que el cuadro completo de la enfermedad pase desapercibido.
¿Cuándo aparecen los síntomas?
Los síntomas tienden a aparecer al menos 5 días antes de la menstruación, causando un estado en la mujer que le impide o dificulta realizar sus labores habituales. Puede comprometer, tanto su salud física, como su salud mental.
Generalmente, estos síntomas suelen desaparecer a los pocos días de llegar la menstruación.
¿Cómo se diagnostica el Síndrome PreMenstrual?
No existe ninguna prueba, examen o estudio que nos ayude al diagnóstico. Solo la historia clínica y el buen juicio del profesional nos permite hacer el diagnóstico. Se debe orientar a la mujer en este sentido, para que describa o anote los días en que inician los síntomas, su intensidad y duración; esto puede ser de gran ayuda, tanto para el diagnóstico, como para la correcta selección del tratamiento.[/box]
¿Existe Tratamiento?
Con el uso de anticonceptivos orales combinados se ha obtenido una respuesta satisfactoria en un periodo de tiempo relativamente corto (3 meses). La disponibilidad de nuevas formulaciones de anticonceptivos, con bajas dosis, han contribuido a esos resultados.
Además de los anticonceptivos orales combinados, que son de fácil acceso para las mujeres, una vez hayan sido indicados por un médico, podemos ofrecer la orientación en el cambio de vida, aumentar o comenzar una vida activa y ejercitada, con una alimentación balanceada, en la que se disminuya el consumo de azúcares, sal, alcohol y cafeína.
En muchas ocasiones, el seguimiento a estas pacientes debe ser multidisciplinario, donde intervengan los profesionales de la salud mental para tratar los fuertes síntomas emocionales que se presentan en estas pacientes, y que pueden paralizar sus vidas durante estos días de su ciclo menstrual.
Para la mujer que padece este trastorno, es importante hacer un diagnóstico temprano y elegir el tratamiento apropiado, pues mejora de manera significativa su calidad de vida y su productividad intelectual y laboral.
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