Un conteo espermático bajo u oligozoospermia (nombre clínico), no es más que la disminución del número de espermatozoides (células reproductoras masculinas) en el semen por debajo de 20 millones/cm3.
Se sospecha de un conteo espermático bajo cuando existe una disminución en la cantidad del semen eyaculado o cambios en el color (un poco más transparente), o por la ausencia de embarazo en la pareja tras un año de relaciones sexuales sin haber usado ningún tipo de métodos anticonceptivos.
El conteo espermático bajo puede ser relacionado a:
- Niveles hormonales bajos.
- Trastornos de los testículos como la criptorquidia (testículo no descendido).
- Traumas en los testículos.
- Bloqueo parcial de los conductos por donde deben transcurrir los espermatozoides.
- Ensanchamiento de las venas de los testículos (varicocele) que alteran la matriz testicular (más común en adultos jóvenes).
Para diagnosticarlo es necesario realizar un análisis del semen en el laboratorio que informe sobre la cantidad de espermatozoides, e igualmente, sobre sus formas y movimientos.
Tanto el conteo bajo de espermas como la alteración de sus formas y movimientos, puede dar lugar a una imposibilidad de fecundar por vía natural (subfertilidad). El número de casos de subfertilidad masculina es de un 33%, pero solo del 10 al 15% de las parejas tienen dificultad para tener hijos.
Para concluir con el diagnóstico del conteo bajo de espermas se recomienda realizar al menos dos análisis del semen. Para tomar la muestra, es recomendable una abstinencia sexual (renuncia al sexo), incluyendo masturbación, de 3 a 5 días.
La muestra debe ser recogida preferiblemente en el laboratorio; de no ser así debe ser enviada antes de 45 minutos de recolectada la muestra, a temperatura ambiente.
No se debe usar condones para la recolección de la misma porque puede comprometer la posibilidad de vida de los espermatozoides, ni se debe provocar la eyaculación a través del coito interrumpido, ya que se pierde parte de la muestra y habrá contaminación.
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