¿Por qué se encogen los genitales ante un peligro?

Los testículos están recubiertos de fibras musculares lisas, que son las que movilizan al testículo rápidamente hacia arriba en momentos de pánico, miedo o terror, escondiéndolos a veces en el conducto inguinal, que es por donde descienden y ascienden los testículos.

Este fenómeno se produce por elevación de las hormonas adrenalina y la noradrenalina, las que se activan si nos encontramos en situaciones de miedo, pánico, huida o ataque, y generan una serie de acciones en el cuerpo, entre ellas está la de provocar la contracción de las fibras musculares, causando con ello una elevación o “encogimiento” de los testículos.

También se elevan porque en la pared del escroto (bolsa de piel que cubre los testículos) en su porción interna y más inferior existe un músculo el cual se contrae en respuesta al frío, a la estimulación sexual y a determinadas situaciones amenazantes y se relaja al realizar ejercicios o cuando hace mucho calor alejándolos del calor corporal.

Esta es otra función del escroto, procurar que los testículos se mantengan en una temperatura adecuada, generalmente más baja que la temperatura del cuerpo, condición necesaria para su óptimo funcionamiento.

El mismo razonamiento se aplica al pene, que tiene cubiertas de fibras musculares que actúan igual, contrayéndose, dando como resultado también un “encogimiento del pene” escondiéndolo en el espacio que está por debajo del pubis (parte inferior del vientre).

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En momentos de miedo se reorienta la dirección de la sangre hacia los órganos vitales tales como el cerebro, el hígado, el corazón, riñones, entre otros y hacia el sistema músculo-esquelético, porque el organismo se prepara para responder ante una situación de pánico. Esto va a provocar que el pene no solamente se vea escondido sino también disminuido en grosor, porque solamente circula en él la cantidad de sangre suficiente, mientras dure esa situación de pánico.

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