La ciencia no dispone de una respuesta definitiva en cuanto a los orígenes de la calvicie o alopecia (nombre técnico para la caída del cabello). Sin embargo la mayoría de los estudios coinciden en que tiene su origen en problemas relacionados con los genes y con las hormonas sexuales masculinas.
Es probable que la presencia de testosterona (hormona asociada al deseo sexual en ambos sexos y a los caracteres sexuales secundarios del varón), esté en cantidades mayores en hombres calvos, pero esto no significa que exista un mayor impulso sexual, o mayor potencia sexual en los hombres calvos.
Debemos tener muy claro que el rendimiento sexual está determinado por una complejidad de elementos biológicos, psicológicos, culturales, sociales y morales, no es sólo cuestión de hormonas.
La sexualidad, además de los aspectos biológicos, es una respuesta modulada y afectada por elementos emocionales. Las expectativas, inseguridades, autoestima, tipo de afecto, estilo de la relación, entre otros factores, pueden determinar un mayor o menor rendimiento sexual.
Estados afectivos como la depresión y la ansiedad, sobre todo bajo estrés, afectan negativamente la respuesta sexual humana.
Los elementos culturales también son componentes importantes para tomar en cuenta. Por ejemplo, la filosofía tántrica es una forma de enseñanza budista e hindú que considera el sexo como una forma de expansión y exploración de la espiritualidad.
Como vemos, son muchos los factores que deben considerarse para analizar la respuesta sexual humana, de modo que considerar la presencia o no de cabello como potenciador sexual sería una expresión simplista y carente de base científica.
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