Sí. El vehículo de transporte de los espermatozoides es el líquido seminal, y al momento de entrar en contacto con un ambiente exterior al del cuerpo, como el agua o el aire, se afecta el contenido del mismo (como los nutrientes que contiene), lo que produce la muerte de los espermatozoides. Los espermatozoides duran unas 72 horas o más vivos luego de ser expulsados.
Existen dos elementos que son importantes para mantener la vida de los espermatozoides luego que son eyaculados: la humedad y el pH.
Si propiciamos un ambiente con una adecuada humedad y pH, la vida de los espermatozoides se prolonga. Por ejemplo, cuando se “prepara” el semen para realizar una inseminación artificial, se garantiza la conservación de los espermatozoides, colocándolos en un medio alcalino y suspendido en una solución que asegure su movilidad.
En los casos de toma de muestra del semen en laboratorios clínicos, la recolección del semen puede ser muy traumática, porque el ambiente no es el más adecuado, por lo que en muchos casos, las muestras pueden ser de mala calidad, tanto a nivel de disminución en el volumen eyaculado, en la cantidad y sobre todo en la movilidad.
Esto es menos frecuente si la muestra se obtiene en la casa, y mejor aún si se obtiene mediante el acto sexual. De hecho, existen en el mercado preservativos especiales para tomar la muestra del semen que será analizada con fines de valoración de fertilidad.
Se ha asociado que la onda electromagnética que emiten los celulares pudiera interferir con la cantidad y sobre todo con la vitalidad de los espermatozoides.
Fumar y no hacer ejercicio regularmente son otros factores que influyen en la calidad de los espermas, así como el estrés al que se somete el hombre por querer lograr embarazar a su pareja, que también ejerce efectos degenerativos a nivel del esperma.
El ambiente del útero y de las trompas de Falopio es muy favorable para las células espermáticas.
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