¿La eyaculación cambia después de una cirugía de próstata?

Sí. La cirugía de próstata puede afectar la eyaculación cuando se extrae toda la próstata y las vesículas seminales, como en el caso de la “prostatectomía radical”, para erradicar el cáncer de próstata; en este caso, ya no se puede producir semen.

La eyaculación cambia también cuando se extrae sólo la glándula prostática por un tumor benigno, pero se mantienen intactas la cápsula prostática y las vesículas seminales (glándulas productoras del 60% del volumen del líquido seminal).

Luego de estos procedimientos quirúrgicos sucede que el semen se expulsa hacia atrás, es decir, hacia la vejiga, en lugar de ir hacia afuera a través del pene en el momento del orgasmo, lo que se denomina “eyaculación retrógrada”.

Esto se da debido a que el cuello de la vejiga, que sirve de esfínter (fibras musculares que se contraen para controlar la retención o la expulsión), que normalmente se cierra durante la eyaculación, permanece abierto después de estos procedimientos quirúrgicos.

Una de las consecuencias de este tipo de orgasmo es que, cuando el hombre orina después de una relación sexual, su orina tiene un aspecto turbio, debido a que el semen se mezcla con la orina durante el orgasmo. Esto no causa dolor ni daña al hombre.

Aunque en estos casos se afecta la fecundación por vía natural, en todos puede realizarse la fecundación asistida; los espermatozoides pueden aspirarse de los testículos, o pueden ser rescatados de la orina como en el caso de la eyaculación retrograda.

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Aunque la eyaculación cambie después de una cirugía de próstata, esto no interfiere con la relación sexual, ya que se puede mantener la erección, y tener orgasmos secos (sin líquido seminal). Solo en el caso de la prostatectomía radical puede verse afectada la erección, que puede ser corregida por medicamentos o con la colocación de una prótesis de pene.

La próstata, junto a las vesículas seminales, las glándulas bulbouretrales de Cowper y las glándulas periuretrales de Littré, son las glándulas sexuales masculinas que contribuyen a la formación del líquido seminal en el que habitan los espermatozoides producidos por los testículos. La próstata aporta el 20% del volumen del líquido seminal, y las vesículas seminales el 60%.

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