Imaginación sexual: El mundo mágico

“Fantasía” califica a los pensamientos que genera la imaginación. Las fantasías pertenecen al ámbito de lo imaginario y permiten representar la vida de una forma distinta. Son producto de la imaginación que todos somos capaces de crear.

Todo el mundo, en mayor o en menor medida, tiene la capacidad de generar imágenes y pensamientos sobre temas sexuales que producen sensaciones muy placenteras.

Con las fantasías no tenemos “límites”, la creatividad se desborda pudiendo caer entonces en terrenos prohibidos y donde todo es posible. En muchas ocasiones se recurre a ellas para elevar la excitación, para romper con la rutina y ayudarnos a superar creativamente los límites de la realidad.

Algunas fantasías pueden hacernos dudar sobre nuestras preferencias sexuales o la capacidad de fidelidad que tenemos. Es por esto que muchas personas se preocupan por considerar sus fantasías raras o enfermizas, y piensan que están mentalmente trastornadas y se sienten culpables o avergonzadas.

No existen datos científicos que demuestren que las fantasías sexuales revelen detalles sobre la conformación psicológica de la persona, nuestros valores personales y sociales pueden diferenciarse de nuestras fantasías.

Algunos datos relevantes sobre las fantasías sexuales:

  • En la sociedad norteamericana de la década de 1940, las mujeres no tenían derecho a las fantasías sexuales y una mujer que se respetaba no hablaba de ello.
  • La gran mayoría (94%) de las mujeres consultadas por los investigadores Claude Crépault y Georges Abraham declara recurrir con frecuencia a imágenes mentales durante sus relaciones heterosexuales.
  • El investigador Calude Crepault afirma que experimentar una fantasía parece tener el mismo efecto de excitación que la estimulación de alguna zona erógena del cuerpo.
  • La fantasía más habitual de la mujer consiste en revivir una relación sexual anterior (79%) o hacer el amor con otro compañero, la ilusión de una película erótica (71%), la imagen del sexo oral (64%) y las escenas románticas de seducción (61%). Son menos habituales las relaciones con varios hombres y las fantasías masoquistas u homosexuales.
  • Las fantasías masculinas son más diversas. La más habitual: hacer el amor con varias mujeres (20%), mantener relaciones sexuales con otra compañera conocida (9%), con desconocidas, mujeres exhibicionistas o en grupo (6%), la imaginación de una parte del cuerpo femenino (6%), una escena homosexual femenina (2%) o un episodio de iniciación sexual (2%).
  • Las fantasías se dan durante la fase de excitación (36%) o en el período antes del orgasmo (22%).
  • Las fantasías sexuales contribuyen a la aparición y al mantenimiento de la excitación.
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