¿Existen las fobias sexuales?

La Real Academia de la Lengua Española define la fobia como: «Temor irracional y compulsivo hacia algo o alguien». Esta se caracteriza por un miedo persistente, excesivo e irreal hacia un objeto, persona, animal, actividad o situación, que es mucho más fuerte que la amenaza real.

De acuerdo a la Psicóloga Clínica y Neurospsicóloga, María Guglielmin, la fobia sexual se describe como aquellas situaciones relacionadas al coito y prácticas asociadas que generan ansiedad, sensación de miedo, sudoración, sensación de asfixia, etc.

¿Cuáles son los síntomas?

Las personas con fobia, al exponerse al factor que desencadena el miedo, pueden presentar, entre otros síntomas:

  • Ansiedad.
  • Temblores.
  • Palpitaciones rápidas.
  • Sudoración excesiva o transpiración.
  • Sensación de falta de aire.
  • Mareos.
  • Náuseas.
  • Tener impulso de huir.
  • Sentimientos de parálisis o de aislamiento.

Algunas de las fobias sexuales que existen son:

Coitofobia o genofobia

Es el miedo extremo y persistente al sexo o las relaciones sexuales. Puede originarse por traumas emocionales o sexuales, como una violación, o por presenciar un acto sexual traumático; temores debido a la falta de educación sexual; entre otros.

Las personas con coitofobia pueden experimentar imposibilidad para llegar al orgasmo y, en el caso de los hombres, dificultad para conseguir una erección.

Filofobia

Es el miedo al amor, a enamorarse y a estar enamorado. Generalmente, se origina por traumas infantiles que produjeron complejos de inferioridad. Las personas con filofobia usualmente establecen relaciones con personas imposibles o de las que NO podrían enamorarse, escogen personas que saben terminarán finalizando con la relación.

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Filematofobia o filemafobia

Es el miedo a los besos. Nace por el contacto entre los labios y la lengua, y por intercambio de fluidos al momento del beso. Quienes la padecen evitan tener relaciones de pareja, para no tener que llegar al momento de los besos, incluso les causa pavor el hecho de que las besen en las mejillas.

Venustrafobia

Es el miedo de los hombres a las mujeres que consideran hermosas. Esta fobia puede radicar en experiencias traumáticas relacionadas con el rechazo o agresión de una mujer hermosa.

Generalmente, los hombres con venustrafobia se sienten inferior a las mujeres que consideran hermosas, por lo que evitan cualquier contacto con ellas.

Medomalacufobia

Es el miedo del hombre a perder la erección del pene. Es frecuente que los hombres sientan cierta preocupación por mantener una rigidez hasta el final de la relación sexual. La medomalacufobia puede tener origen en experiencias traumáticas que promueven el temor por la frustración que les puede causar el no tener un buen desempeño sexual.

Erotofobia

Es el miedo hacia los temas eróticos o relacionados con el sexo. Las personas con erotofobia suelen tener relaciones sexuales con menor frecuencia y con menos compañeros. Generalmente el temor y la negativa respecto al sexo, se derivan de la falta de educación sexual o de informaciones científicas.

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Gimnofobia

Es el miedo a la desnudez propia y a la ajena. Radica en la comparación que las personas puedan realizar entre los demás cuerpos. Una causa posible es el sentimiento de inferioridad, y el hecho de tener un estereotipo del “cuerpo ideal”.

Eurotofobia

Es el miedo a los genitales femeninos. Es frecuente que las personas con eurotofobia también padezcan de otras fobias sexuales, como la coitofobia.

El origen de este miedo irracional puede originarse por la exposición a los genitales femeninos de una manera vulgar o por ser víctima de un abuso sexual. La eurotofobia puede darse tanto en hombres como en mujeres, pero es más común en los hombres.

Falofobia

Al contrario de la eurotofobia, la falofobia es el miedo a ver o tocar el pene. Puede tener origen en experiencias traumáticas vividas en alguna relación, o por escuchar experiencias no positivas de otras personas con respecto a este órgano sexual.

La terapia adecuada para las fobias en general, se basa en identificar los factores que la producen, de manera que se pueda trabajar directamente en la superación de los mismos.

Tener una fobia sexual NO significa que no se sienta atracción, impulso o deseo sexual, sino que la persona se cohibe por la presencia de ciertos factores o situaciones que le causan temor.

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