SÍ. El orgasmo es equivalente a unos segundos de gran placer y a la vez pérdida del control sobre el cuerpo y el pensamiento.
Para las personas con una personalidad que incluye la necesidad excesiva de control, el orgasmo puede resultar amenazante, y por ello pueden tener tendencia a reprimirlo por miedo a perder el control.
En realidad, el miedo no es al orgasmo, sino a lo que consideran la pérdida del control sobre sí mismas y su entorno.
Durante el orgasmo, hombres y mujeres pueden emitir pequeños gemidos, susurrar palabras, permanecer en silencio, sonreír, reír, llorar, gritar, hacer muecas de dolor o mostrar un rostro relajado.
En cuanto al sentimiento, hay personas que se sienten invadidas por una inmensa felicidad o por una intensa ternura; otras con pasión, desesperación o incluso con cierta violencia. Algunos creen estar a punto de perder el conocimiento, otros lo pierden por unos instantes.
Las personas suelen coincidir en que se trata de unos instantes de goce y felicidad, de gran vulnerabilidad, durante los cuales la actividad mental queda en suspenso. Este momento ha sido denominado en francés la petite mort (“la pequeña muerte”).
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