Desconexión emocional ¿Cómo reconectarnos?

El tema de la desconexión emocional implica valorar lo importante, que es lo contrario y estar conectado emocionalmente con otra persona; es decir, estar ubicados en la misma onda, en la misma estación, gustar de lo que la otra persona gusta, desear estar siempre a su lado y construir en la realidad sueños comunes.

Cuando esta magia se pierde o se pervierte ocurre la desconexión, la cual se traduce en desacuerdos o se manifiesta en alejamiento emocional, no se vibra ni se suena en común.

Desconectar algo significa apagarlo, y si el amor es magia, la magia está apagada

Generalmente, los actores de estas situaciones no tienen conciencia de las causas, sino evidencias de las consecuencias: “no me mira, no se me acerca, no es la misma persona”. Esto es consecuencia no causa.

Las desconexiones ocurren por razones, por situaciones o por causas desencadenantes que van ocurriendo y, al no ser resueltas de inmediato, se van acumulando hasta llegar a generar explosión, indiferencia o acomodamiento.

Las personas pueden llegar a estar juntas, pero desconectadas, que es peor que estar separadas por las incompatibilidades creadas.

Muchas veces las causas son inconscientes, pero la gente solo alcanza a sentir los síntomas y a ver los signos de la enfermedad; el médico es el que, generalmente, investiga con los datos que ofrece el paciente y llega a un diagnóstico, que está lejos de lo que el paciente creía tener.

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En lo emocional es igual, debe haber una alerta, un bombillito rojo que se encienda y haga pensar al o la afectada que debe buscar a un profesional que identifique causa y que sugiera soluciones.

Las personas cercanas lo captan y quieren ser tan buena gente que opinan, sugieren como reconectar y casi siempre terminan mandándolos a viajar, a bailar a tomar un trago, a ir a un evento religioso; pero si no se logra antes hacer el diagnóstico, sólo podrían estar tratando síntomas, y no patologías.

Reconectar no es generar artificios puntuales donde la gente hace ejercicios de reconexión, es más podrían generarse afectos, bailes, pasión, sexo y no haber reconexión y la resaca después sabe peor.

Cómo podemos reconectarnos es el tema central, o sea es un momento posterior al proceso de desconexión previo, el cual no ocurre en un momento puntual, sino a lo largo de un camino de desencuentros.

Esto explica que la reconexión no pueda ser tampoco fruto de una serie de medidas lógicas pero mágicas como “vayan a bailar o a tomar un trago”, cuando ni ellos mismos tienen claro su diagnóstico ni la magnitud del mismo.

La realidad es que pocas veces se sale solo de esos conflictos, y si la ayuda que se busca no tiene la calidad profesional adecuada de poco sirven los esfuerzos en el futuro inmediato.

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Sin embargo, hay buenos terapeutas con mucha formación que pueden y deben ser los ingenieros de esos puentes rotos.

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