El periodo menstrual es cíclico, es decir, se repite cada mes de una forma similar y tiene una duración promedio de 28 a 30 días, pero esto no quiere decir que todas las mujeres van a ver la menstruación exactamente cada 28 días.
Es aceptado que el ciclo pueda tener una variación de uno o dos días, por lo tanto, estos pueden considerarse regulares desde 26 a 32 días.
Menstruaciones que lleguen antes del día 26 se consideran anormales y se relacionan con la producción deficiente de progesterona (una de las hormonas producidas por el ovario); esto se conoce como fase lutea deficiente.
En cambio, menstruaciones que tarden más allá del día 32, tienen una relación con la alteración ovulatoria u ovulación defectuosa, que puede estar provocada por una producción aumentada de estrógenos o una respuesta aumentada al estímulo de éste. También puede relacionarse a la alteración de otras hormonas.
De manera normal, la menstruación debe estar presente todos los meses, el día de ver el sangrado menstrual está establecido en cada mujer y en cada ciclo; todo va a estar dado por la presencia e interacción de las hormonas que rigen el ciclo, y la presencia o no de un embarazo; si el óvulo expulsado por el ovario en ese ciclo no fue fecundado, entonces el útero se prepara para despojarse de esa capa interna (que es el endometrio) en forma de sangrado menstrual, el cual se renueva cada mes.
Para poder establecer la regularidad de un ciclo, tanto la mujer como el ginecólogo deben conocer el historial o comportamiento del ciclo menstrual y los días en que la menstruación se ha presentado en los meses anteriores, para poder verificar la duración promedio del ciclo en cada caso específico.
Saber este dato muy importante, no solo cuando la mujer va a acudir a su médico por algún problema que conlleve a la alteración del ciclo, también puede ser muy útil cuando quiere saber el momento más adecuado para quedar embarazada o evitar un embarazo.
Las razones por las que un ciclo puede tornarse realmente irregular son:
- Disfunción hormonal.
- Algunas enfermedades (diabetes, falcemia, anemia, tiroides).
- Estrés, ansiedad, preocupaciones, angustias, entre otros.
- Utilización inapropiada de hormonas externas (anticonceptivos orales, inyectados, u otro tipo).
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Obesidad, desnutrición.
- Edades extremas (adolescencia, perimenopausia).
Es muy frecuente que las mujeres presenten irregularidades menstruales en ocasiones. Todas las mujeres, sin excepción, han presentado o presentarán un trastorno menstrual en algún momento de su vida.
Si estos problemas ocurren muy frecuentemente, se debe tener en cuenta que puede tratarse de un problema serio y que se debe prestar atención, por lo que la mujer debe visitar un especialista para evitar repercusiones, sobretodo en la fertilidad.
La manera de tratar las alteraciones del ritmo menstrual dependerá de la causa que la esté generando, y de los intereses reproductivos de la mujer en esos momentos. Si la mujer quiere salir embarazada el manejo será orientado de una manera diferente que si no le interesa embarazarse.
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