El color normal o habitual del semen es blancuzco, o directamente blanco lechoso. Si él líquido eyaculado presenta un color anaranjado o rojizo, puede estar indicando la presencia de sangre. Este fenómeno se conoce como hematospermia.
Cualquier cambio en el color del líquido eyaculado debe ser prontamente informado a un profesional médico.
Estos cambios de color rara vez son un problema en sí mismos, porque muchos hombres presentan hematospermia durante años sin consecuencias serias, pero sí puede ser un síntoma de infección o de otros problemas en la próstata (glándula que produce parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides), o en tracto urinario.
La consulta con el urólogo es indicada en cualquiera de estos casos.
Todos los pacientes con hematospermia deben ser sometidos a un cuidadoso examen rectal y una evaluación completa de la orina, para descartar la presencia de tuberculosis o de cáncer de próstata.
El semen se espesa casi inmediatamente después de la eyaculación, formando un líquido pegajoso y gelatinoso. Se pondrá líquido nuevamente después de 5 a 40 minutos. Es bastante normal que el semen forme glóbulos gelatinosos y esto NO indica ningún problema de salud o de fertilidad.
El semen es un líquido blanquecino que se expulsa desde la uretra (tubo en el interior del pene que también transporta la orina) en la eyaculación.
El eyaculado es el producto de la mezcla de los espermatozoides que se producen en los testículos, con secreciones de la próstata, de las vesículas seminales y de las glándulas bulbouretrales que forman parte del aparato reproductor masculino.
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