¿Cómo fumar afecta la sexualidad?

El fumar (inhalar y exhalar el humo producido al quemar el tabaco), conduce a una intoxicación crónica denominada “tabaquismo”. Las hojas secas de la planta del tabaco se fuman en pipa o en puro, pero la forma más extendida es el cigarro o cigarrillo.

El hábito de fumar históricamente se asocia al placer, y hoy en día, los medios de comunicación, en especial la televisión, resaltan esta característica como la principal razón para adquirirlo. La publicidad lo asocia con el éxito, la aventura, la valentía y nos presentan al cigarrillo como un símbolo de fortalecimiento de la personalidad.

¿Por qué se fuma?

El fumar pareciera ser, en su origen, producto de la socialización del individuo. No sólo se fuma en algún momento motivado por la acción de otros (por ejemplo, se fuma para impresionar a alguien, o para dar sensación de seguridad al que observa), sino que se comienza a fumar debido a que otros fuman como acto habitual.

El acto de fumar aparece como permitido y razonable para el fumador debido a que otros (muchas veces famosos o respetados, o muy cercanos al fumador potencial), también lo hacen.

Fumar no sólo es un hábito, también es una drogadicción, ya que el hecho de fumar tabaco cumple con todos los criterios que definen al consumo de una droga como tal:

• Existencia de tolerancia.
• Dependencia.
• Síndrome de abstinencia en ausencia de la misma.
• Comportamiento compulsivo.

El máximo responsable de la dependencia al cigarrillo es la nicotina, sustancia con un gran poder de adicción similar al de otras drogas como la heroína o cocaína.

Las formas de dependencia que generan el hábito de fumar son:

• Dependencia física. Provocada directamente por la nicotina y es la responsable del síndrome de abstinencia.
• Dependencia psicológica. El hábito de fumar se ha convertido en una compañía en todo tipo de situaciones, después de las comidas, con el café, al hablar por teléfono, entre otros, y parece imposible cambiar esta relación.
• Dependencia social. El fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en ciertas reuniones de ocio, tras cenas con los amigos, y sobre todo sigue siendo un hábito que distingue a ciertos grupos de adolescentes dándoles un valor social de rebeldía y de madurez malentendidos.

Es oportuno señalar que existen dos tipos de fumadores:

• Activos: Practican de manera efectiva el consumo de tabaco.
• Pasivos: Se ven obligadas a respirar el humo de quienes fuman, ya sea por compartir la vivienda, el lugar de trabajo o espacios públicos.

Los niños constituyen uno de los grupos de fumadores pasivos más alarmantes pues mientras un adulto puede decidir permanecer o no en un lugar donde se fume, el niño no es capaz de evaluar con exactitud la peligrosidad de un ambiente contaminado. Y si los mayores no los protegen, los niños quedan expuestos a los agentes tóxicos sueltos en el aire.

Tres razones por las cuales el ser humano fuma:

• Necesidad de intensificar sus sentimientos positivos o disminuir sentimientos negativos.
• Identificación con el entorno.
• Adicción psicológica.

Como en todas las adicciones, en el tabaquismo, la regla de oro de debe ser: nunca hay que probar, porque una curiosidad de adolescente se puede transformar en un serio problema de dependencia que pone en riesgo permanente a nuestra salud.

¿Cómo afecta la sexualidad del fumador?

Cuando uno de los dos miembros de la pareja NO fuma, puede haber disminución del deseo sexual provocado por el olor del tabaco que se impregna en el cabello de la pareja, la ropa y el mal aliento que despide el compañero, por lo que en algunos casos se pueden producir rechazo al encuentro íntimo.

Está demostrado que por sus efectos dañinos en el sistema cardiovascular afecta arterias, venas, y pequeños vasos del área del pene, ocasionando trastornos de la erección, sensibilidad, duración y constancia mecánica del pene.

También puede ocasionar una disminución del deseo sexual en la mujer, dificultad para conseguir un orgasmo; y en el hombre disfunción eréctil.

En la mujer puede ocasionar una disminución de la sensibilidad en los genitales y menor lubricación, lo cual implica una relación sexual no satisfactoria, sin olvidar los posibles daños que puede ocasionar en el embarazo, que están bien documentados.

Podemos citar los casos de personas que padecen de apnea del sueño (obstrucción de la respiración durante el sueño) y fuman, pues al combinarse ambas enfermedades se puede producir una disfunción sexual progresiva.

El tabaquismo puede ocasionar:

• Dificultad para tener hijos.
• Esterilidad.
• Disfunción ovárica-uterina.
• Trastornos de la movilidad de espermatozoides con déficit cualitativo y cuantitativo.
• Trastornos y defectos congénitos en recién nacidos.

¿Fumar puede afectarme al momento de realizarme una cirugía plástica?

SÍ. Los fumadores pueden presentar complicaciones debido a que la nicotina crea un estado de hipercoagulabilidad (tendencia a coagular la sangre más rápidamente de lo normal), favoreciendo la trombosis (formación de un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo).

Las consecuencias del tabaquismo sobre la salud son:

• Gastritis.
• Hipertensión arterial.
• Mal aliento.
• Osteoporosis.
• Rinitis y sinusitis.
• Causa más común de muertes por cáncer.
• Representa más del 85% de las muertes provocadas por cáncer pulmonar.
• Principal causa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC (enfisema pulmonar y bronquitis crónica).
• Cáncer de laringe, boca, esófago, páncreas, cérvico-uterino, riñones, anal, vejiga, huesos, entre otros.
• Infarto agudo del corazón.
• Enfermedad vascular cerebral.
• Algunos estudios apoyan la posibilidad de que el tabaquismo facilite las adicciones a otras drogas.
• Los niños expuestos a fumadores desarrollan más enfermedades respiratorias.
• Aterosclerosis (obstrucción de las arterias).
• Aneurismas (ensanchamiento de las arterias).
• Cataratas (área nublada u opaca en el cristalino del ojo).
• Leucemia.
• Neumonía.
• En embarazadas: bebés pequeños, abortos, bebés nacidos muertos, niños con problemas de aprendizaje y de comportamiento.
• Gasto considerable de recursos económicos. Inicialmente, para la compra de cigarrillos, fósforos y encendedores. Posteriormente, para la compra de oxígeno suplementario, consultas médicas, hospitalizaciones, medicamentos, rehabilitación, intentos fallidos de dejar de fumar y… sepulturas.

¿Es posible dejar de fumar?

SÍ. La decisión de abandonarlo debe contar, esencialmente, de mucha fuerza de voluntad; es inútil tratar de que nos convenzan y ayuden para dejar de fumar si no estamos nosotros totalmente convencidos y decididos a auto ayudarnos.

Recomendaciones:

• El día que elija dejar de fumar, trate de levantarse media hora antes de su horario habitual. Necesita un poco más de tiempo para emprender esta difícil jornada.
• Al despertarse no piense que no volverá a fumar nunca más. Piense tan sólo en que hoy no va a fumar y que respetará esta decisión cada vez que tenga ganas de encender un cigarrillo.
• Empiece el día regalando aire a sus pulmones en lugar de humo. Haga un poco de ejercicio o un corto paseo.
• Practique respiraciones profundas en un lugar donde disponga de aire más puro. Note cómo el aire entra en sus pulmones.
• Beba mucha agua y toda clase de jugos de frutas, preferentemente naturales y ricos en vitamina C. Esto le ayudará a eliminar más rápidamente la concentración de nicotina en su organismo.
• Elimine, por ahora, las bebidas alcohólicas o los estimulantes, como cualquier bebida que acostumbre a ser compañera de sus cigarrillos, por ejemplo, el café.
• Los alimentos ricos en vitamina B (pan integral, cereales, arroz integral, etc.) son muy aconsejables. Puede reforzar la toma de esta vitamina añadiendo a su dieta germen de trigo, levadura de cerveza, o vitamina B.
• Consuma alimentos ligeros. Las comidas pesadas le perjudicarán al disminuir su nivel de autocontrol, tan necesarios en estos primeros días.
• Después de comer no se deje caer en su sillón preferido para leer o ver televisión. Por el contrario, levántese inmediatamente después de acabar su comida y lávese los dientes, salga a pasear un poco, lave las platos, converse con alguien.

No se preocupe si hoy o durante toda la semana tiene que cambiar sus hábitos diarios. No se alarme, no será para siempre.

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